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Monica Oudang - Invertir en capital humano para ayudar a alcanzar las aspiraciones del país
Por población, Indonesia es el cuarto país del mundo, pero en términos de PIB no supera el puesto 16 de la clasificación mundial. Una discrepancia que Joko Widodo, presidente de Indonesia desde hace casi una década, se ha comprometido a cambiar. En 2017, su gobierno elaboró una hoja de ruta con la que, al parecer, el país dará un salto en la clasificación y se convertirá en la cuarta economía del mundo para 2045, justo a tiempo para las celebraciones del centenario de su independencia. El plan contempla también que el PIB per cápita aumente hasta los 25.000 USD, más que quintuplicando su nivel actual.
Alcanzar este ambicioso objetivo de crecimiento requerirá inversiones generalizadas, específicamente en capital humano, competencias y talento de la fuerza laboral – una fuerza laboral que, según baremos globales, es joven. Millones de indonesios tendrán que educarse, formarse y someterse a reciclaje para cumplir con los requisitos de una economía digital del siglo XXI. Este es el enorme reto al que Monica Oudang ha dedicado toda su carrera profesional.
Monica creó su primera empresa, una consultora de recursos humanos inicialmente conocida como Staff Search (actualmente, People of Manuka) en 2008. El propósito de la empresa era apoyar al pujante sector de start-ups de Indonesia con servicios de consultoría centrados, entre otras cosas, en RR.HH. y estrategia. Fue precisamente mientras dirigía Staff Search cuando Monica conoció al empresario Nadiem Makarim, que en aquella época se aprestaba a lanzar un novedoso negocio de tecnología, la start-up de transporte bajo demanda Gojek. «Congeniamos al instante, porque compartíamos una misma creencia en que la tecnología puede ser el habilitador para que un país avance, más si cabe en el caso de países en desarrollo como Indonesia», afirma Monica. «Además, ambos creemos que las personas son la piedra angular para que ese proceso se ponga en marcha». Tras algunos encuentros más, Monica aceptó la oferta de Gojek para ser su directora de RR.HH., atraída por la oportunidad de, en sus propias palabras, «tener un impacto y transformar el modo de vida de millones de personas».
Gojek se convertiría en el primer «decacornio» de Indonesia, término con el que se conoce a una empresa nueva no cotizada que logra superar los 10.000 millones de USD de valor. En 2021, la empresa unió sus fuerzas con otra de las mayores start-ups de Indonesia, la plataforma Tokopedia, para formar el mayor grupo tecnológico del país bajo el nombre de GoTo Group. Dos años antes de esa fusión, Makarim dejó su cargo para dedicarse a la política; actualmente ejerce como ministro de educación, cultura, investigación y tecnología de Indonesia. Durante el tiempo que estuvo en Gojek, de 2015 a 2021, Monica vio como la empresa crecía rápidamente y disrupcionaba un sector tras otro valiéndose del poder de la tecnología. Desde su puesto de alta ejecutiva responsable de RR.HH., cultivó lo que denomina una «cultura impulsora de la innovación», aprendió de primera mano «el poder de la resolución colectiva de problemas» como acelerador del cambio y descubrió la importancia vital del talento, las ventajas de tener una fuerza laboral bien formada.
Sin embargo, el verdadero punto de inflexión llegaría con la pandemia. «Nuestras plataformas contaban con millones de asociados, quienes en su mayoría dependían de ellas para su sustento diario», explica Monica, utilizando la palabra «asociados» para referirse a, por ejemplo, los conductores de ciclomotores que se ganaban la vida prestando servicios de transporte a través de la app de Gojek. «Con el estallido de la pandemia por covid, se decretaron medidas de confinamiento, lo que básicamente les impidió salir de sus casas. En un abrir y cerrar de ojos, su fuente de ingresos desapareció».
La empresa actuó con rapidez y Monica se implicó personalmente en buscar respuestas. En solo tres días, ayudó a constituir una fundación sin ánimo de lucro, que se llamó YABB (siglas de «Yayasan Anak Bangsa Bisa» o «Fundación de los hijos capaces del país»). Dos semanas más tarde, el equipo había captado más de 10 millones de USD para iniciar sus operaciones. «Queríamos aportar el espíritu emprendedor y combinarlo con la filantropía», resume Monica. «Usar todo lo que habíamos aprendido sobre la forma de crear y escalar un negocio, y sobre la manera de abordar con rapidez problemas complejos, y aplicarlo al campo filantrópico». La fundación distribuyó millones de comidas y cientos de miles de artículos de primera necesidad, respetando en todo momento los protocolos anti-covid.
«También nos dimos cuenta de que uno de los mayores problemas durante la pandemia era la falta de oxígeno », añade Monica. «Así que en 2021, creamos miniplantas de oxígeno en 30 de las 38 provincias de Indonesia».
Desde el comienzo, Monica se ha mantenido como presidenta de YABB, para lo que ha renunciado a su otro cargo como directora de RR.HH. de Gojek. Hoy en día, la fundación ha cambiado su nombre por el de GoTo Impact Foundation y, una vez doblegada la pandemia, la organización ha virado su enfoque para abordar todo tipo de retos a los que se enfrenta Indonesia, desde la crisis medioambiental y climática hasta la brecha digital y el desarrollo del talento.
La fundación posee un modelo único. Se basa en el concepto de Ecosistemas de Innovación, que apuesta por un enfoque colaborativo de «co-creación» para abordar los retos del país de forma compatible con la sostenibilidad económica, bajo la premisa de que, en un país compuesto por más de 17.000 islas y 700 idiomas diferentes, las fórmulas de talla única rara vez son la solución. Cada consorcio trabaja estrechamente con las comunidades y los expertos locales para enfrentarse a los problemas de un modo holístico y sostenible, garantizando que los beneficios económicos lleguen a todos, incluidas las comunidades locales, porque, como dice Monica, «sin beneficio económico o empoderamiento, ningún esfuerzo puede sostenerse». En último término, el deseo de la fundación es «dar a la gente la capacidad de resolver los problemas por sí mismos», agrega Monica, describiendo la co-creación como un «proceso en el que el liderazgo y la rendición de cuentas recaen de hecho sobre la comunidad local».
La GoTo Impact Foundation tiene tres ámbitos de actuación diferentes, bajo los que se articulan sus actividades e iniciativas. Primero, el Catalyst Changemakers Ecosystem, que busca empoderar a los fundadores de empresas de tecnología climática a fin de abordar el problema de los residuos en Indonesia, mejorar el acceso al agua y ayudar a construir comunidades resilientes al clima. Segundo, el GoTo Impact Lab, la división de análisis de la fundación, que busca indagar en las mejores formas para construir, fortalecer y lograr la madurez de los ecosistemas. Y por último, Future Ready Talent, una iniciativa educativa y de formación en nuevas competencias en torno a la tecnología, que desarrolla programas para reciclar y capacitar a los trabajadores y las comunidades, con vistas a reducir la desigualdad y el desempleo y modernizar la fuerza laboral indonesia.
A este tercer reto es a lo que Monica ha dedicado la mayor parte de su trayectoria profesional. Ello le llevó, en enero de 2022, a co-fundar una nueva aventura empresarial, Atma, que se autodefine como «una plataforma de trabajo social impulsada por la comunidad», y que se enfoca en resolver los retos de los trabajadores de rentas bajas y medias de Indonesia, un segmento poco atendido hasta ahora por las plataformas de búsqueda de empleo y bolsas de trabajo existentes. Para Monica y los demás cofundadores, esa era una de las piezas clave que faltaban en el rompecabezas del capital humano de Indonesia. «Indonesia tiene grandes aspiraciones», comenta. «Las personas son el factor número uno que puede ayudar en esa transformación».
Con Atma por un lado y la GoTo Impact Foundation por el otro, podría parecer que el tiempo y la atención de Monica se reparten en quizás demasiadas direcciones distintas. Pero ella no ve una diferencia clara entre sus actividades emprendedoras y su trabajo altruista a través de la fundación. «Cuando sientes verdadera pasión por resolver un problema concreto, todo queda interconectado», dice. «La fundación aborda un problema desde un ángulo, y el emprendimiento afronta el mismo problema pero desde otro ángulo diferente. Yo lo veo como una misma causa que estoy intentando resolver, y simplemente actúo con una herramienta diferente en cada momento».