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Weekly house view | Pánico bancario
La decisión de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) de EE.UU. de cerrar el Silicon Valley Bank (SVB) el viernes supuso el primer colapso de un banco estadounidense en los últimos 15 años. SVB, con operaciones fuertemente concentradas en el sector tecnológico, experimentó una crisis de liquidez que reveló importantes pérdidas latentes en sus posiciones de deuda del Treasury a largo plazo. Las agresivas subidas de tipos de la Fed durante el último año han hecho que algo acabara por estallar. Por el momento, las autoridades parecen priorizar la estabilidad financiera. Pero la situación actual difiere de la crisis financiera de 2008 en la inflación. Los bancos centrales han de elegir entre intervenir para garantizar la estabilidad financiera a corto plazo o bien combatir la inflación a largo plazo, pero no ambas cosas a la vez. Tenemos una postura optimista sobre los metales preciosos y el oro, claros beneficiarios de este dilema, y vemos cómo los compradores de deuda distressed —un sector sobre el que somos optimistas— empiezan a moverse. Los acontecimientos vividos la semana pasada colocan los comentarios inequívocamente alcistas en materia de tipos del presidente de la Fed, Jerome Powell, de la semana pasada bajo una óptica nueva. La publicación mañana del índice de precios al consumo de febrero será crucial para calibrar los ánimos del mercado, especialmente en vísperas de una nueva subida de los tipos de interés la semana que viene por parte de la Reserva Federal. El informe de empleo de febrero en EE.UU. mostró un aumento de la tasa de desempleo hasta el 3,6% y una moderación del crecimiento mensual de los salarios, aunque la creación de 311.000 empleos no agrícolas netos hace que el mercado de trabajo siga demasiado tensionado para el gusto de la Fed. Además de presionar a la baja a los índices de renta variable estadounidenses, el shock del SVB ocasionó la mayor caída diaria del rendimiento del Treasury americano a 2 años vista en años. Mantenemos una posición larga de duración en EE.UU., e infraponderada tanto en su renta variable como en el dólar estadounidense.
El PIB de la zona euro correspondiente al cuarto trimestre se revisó a la baja hasta cero desde 0,1%, pero hubo destellos de una recuperación económica con la subida de un 3,5% en la producción industrial alemana en enero. Esto debería proporcionar al Banco Central Europeo algo de espacio extra para elevar su tipo de depósito en 50 p.b. en la reunión de su consejo de gobierno esta semana. Con la inflación suiza elevándose a una sorprendente tasa de un 3,4% en febrero, debido sobre todo a factores internos, podríamos asistir a una subida de calibre similar por parte del Banque Nationale Suisse.
En China, la Asamblea Popular nacional refrendó el nombramiento de Xi Jinping para un inédito tercer mandato como presidente y anunció un modesto objetivo de crecimiento de “alrededor del 5%” este año, lo que sugiere medidas de apoyo fiscal moderado. Todas las decisiones financieras y económicas estarán concentradas en manos de un comité central de nueva creación. Habiendo designado a aliados cercanos en todos los cargos clave, la renovación por sorpresa de Yi Gang como gobernador del banco central puede verse como un intento de tranquilizar a los mercados en un momento en el que China afronta numerosos retos económicos y financieros. De manera menos tranquilizadora, el discurso de aceptación de Xi tuvo un tono bastante agresivo, insinuando la continuación de las tensiones con EE.UU. en los próximos meses. Entre los acontecimientos de la semana pasada cabe destacar la prohibición por ley de las apps extranjeras, incluida TikTok, en EE.UU.