Resiliencia y regeneración

Resiliencia y regeneración

La resiliencia del planeta mediante la regeneración de nuestros servicios ecosistémicos –desde el clima hasta la biodiversidad– será esencial para que podamos seguir prosperando a largo plazo. En este Q&A hablamos de lo que significa esto y de las implicaciones para la inversión

¿Qué significa resiliencia y en qué difiere de la sostenibilidad?

La sostenibilidad es la capacidad de satisfacer nuestras necesidades actuales sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para cubrir las suyas. En lo relativo a la naturaleza, nuestra economía ha estado operando en una senda degenerativa: extrayendo recursos de la Tierra sin facilitar las condiciones para que se repongan. Aunque la naturaleza tiene la asombrosa capacidad de reequilibrarse sin intervención, las actividades humanas han disrumpido este delicado sistema, haciendo peligrar nuestra posibilidad de prosperar a la larga.

Como analogía, pensemos en otro sistema fascinante, el cuerpo humano. Un modo de vida equilibrado hace que esté mejor preparado para recuperarse que un organismo estresado, con deficiencia nutricional y falto de sueño. Para lograr una salud resiliente, el cuerpo no puede partir de un estado de deficiencia.

El mismo principio se aplica a la naturaleza y a lo que los científicos llaman sus “servicios ecosistémicos”. Los seres humanos no podemos sostener la vida en el actual estado de desequilibrio: temperaturas atmosféricas en ascenso, acidificación de los océanos, bosques agotados y biodiversidad en descenso. Para lograr la resiliencia —la capacidad de un ecosistema para recuperarse de perturbaciones en su estado de equilibrio— primero debemos regenerar la naturaleza, desde el suelo que nutre nuestros alimentos hasta los sistemas hídricos que respaldan todas las formas de vida. Reconstruir la resiliencia planetaria permitirá actividades que sean sostenibles.

Gráfico 1
Regeneración de ecosistemaspara crear resiliencia

Los inversores de Pictet tienen un largo historial de usar el marco de los límites planetarios para estrategias con un objetivo medioambiental. ¿Qué relación tiene esto con la resiliencia y la regeneración?

El marco científico de los límites planetarios1 nos permite cuantificar el grado en el que nuestro ecosistema natural se ha desviado de su estado de equilibrio. Identifica nueve categorías amplias, como cambio climático y biodiversidad (véase gráfico 1). En aquellas en las que permanecemos en el espacio operativo seguro, la naturaleza puede reequilibrarse y recuperarse. Cuando rebasamos ese espacio seguro, es necesaria una regeneración de recursos para volver a él, para adquirir resiliencia. En 2023, el espacio operativo seguro se había traspasado en seis de los nueve límites planetarios.

Este espacio operativo seguro nos es aplicable a los seres humanos, dadas las dependencias naturales que tenemos para sostenernos. En la mayor parte de su historia, la Tierra ha existido en condiciones que no harían posible nuestra supervivencia como especie, y seguirá haciéndolo cuando desaparezcamos. Por lo tanto, es útil usar el marco de los límites planetarios (véase gráfico 2) para evaluar el impacto de nuestras inversiones en el medio ambiente, particularmente en las áreas más críticas para nuestra capacidad de prosperar. Por desgracia, el número de empresas cotizadas cuyas actividades permanecen en el espacio operativo seguro es limitado, así pues conviene ir más allá de esta clase de activos para identificar soluciones susceptibles de inversión.

¿Por qué es la resiliencia relevante para los inversores?

La crisis múltiple actual –combinación de crisis sociales, ecológicas, económicas y (geo)políticas– podría hacer que aumentara la volatilidad futura de las rentabilidades, lo que significa que la conducta histórica del mercado podría volverse menos fiable como indicación de resultados futuros.

Para lograr la resiliencia primero debemos regenerar la naturaleza.

Igual que el cambio climático trasladará a nuevas regiones todo -desde dónde cultivamos los alimentos hasta dónde disfrutamos de determinadas actividades-, tendremos que buscar nuevos modelos que consideren los impactos negativos (o externalidades) y fuentes de rentabilidad de nuestras inversiones a medida que la economía se vuelva más resiliente y sostenible.

Gráfico 2
Límites planetarios

Fuente: Stockholm Resilience Centre

¿Cómo afectará al panorama de inversión la transición a una economía más resiliente y sostenible?

oportunidades de inversión. En ciertas áreas están desarrollándose empresas regenerativas muy innovadoras, normalmente cerca de centros de investigación como universidades (v. g., Tech4Regeneration) o donde debido a las circunstancias locales surgen emprendedores impulsados por la necesidad (v. g., Impact Hub). Esto presenta oportunidades para dimensionar e invertir en soluciones de vanguardia que pueden desplazar las industrias actuales en el espectro de apetito de riesgo y clases de activos: desde el capital riesgo a empresas cotizadas. Igualmente, como en cualquier transición, surgen nuevos riesgos de inversión, entre ellos seguir invirtiendo en lo tradicional. Hay industrias enteras que, tal como las conocemos, ya han dado un vuelco debido al cambio climático. Pensemos en los seguros de viviendas en EE.UU.: áreas que no se consideran muy vulnerables a fenómenos meteorológicos extremos ya están siendo abandonadas por las aseguradoras2. Igual que la pérdida de especies clave, las implicaciones de esto pueden repercutir en las economías locales, afectando a la capacidad de las familias para conseguir préstamos hipotecarios o, aún peor, a la solvencia de comunidades que carecen de seguro para catástrofes.

Prevemos que la transición también se centre cada vez más en el largo plazo frente al corto en la toma de decisiones de inversión. Los riesgos y oportunidades descritos reforzarán este cambio, al igual que la regulación y las medidas políticas, como las ligadas a estabilidad financiera, energía y seguridad alimentaria y, por supuesto, cambio climático y biodiversidad.

¿Qué podemos hacer? ¿Hay alguna esperanza?

Desde luego. La reciente experiencia con el desarrollo y la distribución rápida de vacunas contra el Covid demuestra que los seres humanos pueden superar cualquier pronóstico si se centran en canalizar recursos hacia un objetivo compartido. También hay casos de éxito para emular en la regeneración de la naturaleza, como el de la meseta de Loess en China y los esfuerzosde reforestación del Instituto Terra en Brasil.

Una alineación más estrecha de las inversiones privadas y públicas, las medidas políticas y la actuación de personas y empresas potenciará la transición a una economía más resiliente y sostenible. Además, la transición puede no solo servir para proteger a la humanidad sino también para darle una mayor calidad de vida: mejorando todo, desde lo que comemos hasta cómo nos movemos y el aire que respiramos.

[1] Stockholm Resilience Centre
[2] The New York Times, May 2024
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