Un pequeño misterio resuelto

Después de la Revolución, el Directorio francés había impuesto el franco francés en Ginebra como principal moneda de cambio. ¿Llevaron a cabo los fundadores de Pictet un pequeño acto de rebeldía al no usar la moneda de las fuerzas de ocupación? La verdad es más prosaica. La livre argent era una de las dos monedas de contabilidad utilizadas en Ginebra. Se empezó a usar en el siglo XVI, principalmente para facilitar el comercio con otros países1. La otra moneda de contabilidad –el florín– era utilizada sobre todo por los particulares y por el Tesoro de la ciudad. Las monedas de contabilidad eran necesarias para comparar precios, al expresar diversas acuñaciones con diferentes grados de pureza de plata o de oro que representaban diversos valores.

A pesar de la ocupación francesa entre 1798 y 1813, esta moneda siguió usándose de forma intermitente hasta 1838, cuando se adoptó el franc de Genève (franco de Ginebra), unos años antes de la aparición del franco suizo. La livre argent –denominada también livre courante-ginebrina había sustituido gradualmente a la libra tornesa francesa (livre tournois) –en la que estaba basada– desde el comienzo del siglo XVII. La livre argent estaba dividida en 20 chelines, y cada chelín en 12 peniques, igual que la libra esterlina británica en aquella época.  Pero su valor correspondía a las denominaciones francesas en circulación en aquel momento.

Hay básicamente tres formas de calcular el poder adquisitivo de una moneda a lo largo del tiempo: primero, en relación con el precio del oro; segundo, en relación con un índice de precios; y tercero, según la renta per cápita. Este última es probablemente la más exacta, pues tiene también en cuenta el aumento de la productividad2. Esta última base, utilizando un multiplicador de 250, convertiría 125.000 libras ginebrinas en una sustancial inversión de capital inicial de alrededor de 30 millones de francos suizos en dinero actual.